Las figuras de estos últimos son lindas y sacan bastante ventaja al Cristo y la Virgen.
Parece que con estudio han colocado ustedes ese cuadrito cerca de los de Ibarra, a quien mencionabas hablando de Aguilera. En el colorido noto que Enríquez e Ibarra se parecían mucho y que los dos caminaron sobre las pisadas de Juan Rodríguez.
En efecto, don José Ibarra entró a toda vela en la novedad introducida por aquel célebre maestro y acaso hasta la exageró en algunos puntos, como en la predilección del color rojo y azul que prodigaba en sus obras. Obsérvalo, por ejemplo, en esas laminitas de la vida de la Virgen, en las cuales, por otra parte, hay figuras bellas, como la del joven que está encendiendo una hacha en el pasaje de la presentación al templo.
Pero mucho mejor que ése es aquel otro cuadro de la Circuncisión que tenemos enfrente y está pintado en lienzo. La escena toda la alumbra el nombre del Salvador, que aparece en lo alto entre resplandores. El grupo de las personas que intervienen en la ceremonia