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es un soldado que conversa con el que está vuelto de espaldas. Señores, la mano que pintó esa cara, de tanta verdad y tanto carácter, era una mano maestra.

Pesado

No tenía yo de Baltasar de Echave, a quien apenas conocía de oídas, el concepto que estos cuadros me hacen formar. Lo reputo ahora uno de nuestros más aventajados artistas y creo que en cualquier país donde hubiera existido se habría hecho un distinguido lugar. ¿Quedan muchas pinturas suyas en México?

Couto

No escasean si bien debe cuidarse de no confundirlas con las del segundo pintor del mismo nombre que antes mencioné. Del Viejo he visto encima de la puerta grande del convento de San Francisco un san Cristóbal colosal, pintado en 1601, y que por desgracia retocó en 1776 un José Mariano Albo, desconocido para mí; en los claustros de la Profesa, una gloria de san Ignacio, un martirio de las Vírgenes de Colonia y el de san Apronio, aquel de 1610 y estos otros dos de 1612, cuadros de gran tamaño y ejecución; en el del martirio de san Apronio son notables las figuras de dos cautivos cristianos y de algunos soldados que hay abajo; un san Francisco de Paula del tamaño natural, de 1625, en una de las piezas de la sacristía de la Colegiata de Guadalupe; en el claustro de Santo Domingo, el martirio de santa Catarina pintado en 1640. En los corredores de abajo del primer patio de San Francisco, hay la vida del santo, que un cronista de la provincia menciona como «del

Mantenido por mtravelo

    

2024 Diálogo sobre la historia de la pintura en México. D.R. © UNAM-IIE. Licencia de uso
2024 Diálogo sobre la historia de la pintura en México. HD LAB ISSN 1668-0001. CC BY 4.0