los documentos de aquella oficina se encontrasen todos los particulares que acabo de referir. La segunda me dijo que los había sacado de unos apuntes del erudito padre Pichardo, que un amigo suyo le había regalado. Aun me agregó que la marca o cifra con que firmaba sus cuadros Rodrigo de Cifuentes era ésta: una R, cuyo trazo delantero inferior, muy prolongado, llevaba inscritas una o y una c, y arriba una s.
Paréceme que usted tiene algún en admitir de plano las noticias del conde.
Meses pasados platicaba sobre ellas con el señor don Fernando Ramírez, a quien también dieron en rostro por su novedad, y me ofreció que las aquilataría. En efecto, en un buen artículo biográfico que luego ha escrito del padre fray , nota que ni en los autores impresos que tenemos de aquella época, y son hartos en número, ni en la multitud de manuscritos de todas clases que en el espacio de largos años han pasado por sus manos encontró jamás referencia ni alusión al artista sacado a luz por el señor Cortina; que el hecho de haber acompañado a Cortés en su jornada de las Hibueras sufre la grave objeción de que no aparece su nombre en la menuda lista que nos da 6 del cortejo que llevaba el conquistador, y en la cual se hace mención hasta de farsantes, juglares y otras gentes de menos valía que un pintor de cámara; que es poco verosímil que