, Nicolás de Fuen Labrada, Nicolás de Angulo, Juan Sánchez y Alonso Zárate; sus obras, escribía el autor del escudo de armas de México, hacia mediados del siglo último, aún nos están diciendo sus aciertos.42 Yo no he visto hasta ahora todos ellos sino unos cuadros apaisados del Ávalos, que están en el altar de la testera de la capilla de San Cosme en Catedral, y son poca cosa a juicio de los inteligentes. Por cierto que en la misma capilla hay, en el altar de la izquierda, seis cuadros, sin nombre de autor, pero que parecen de escuela mexicana y llaman justamente la atención por la armonía de entonación que al señor Clavé le recordaba la de la escuela de Murillo. El del centro representa a san Agustín, encima hay una Anunciación y, de los cuatro de los lados, uno es san Ignacio y otro san Felipe Neri. El retablo en que están no carecería de gracia y es lástima que no se conserve con más aseo.
Recuerdo a usted que en una pieza de abajo tenemos un lienzo de gran tamaño que representa el nacimiento del Salvador, pintado por Pedro Ramírez, artista un poco grotesco, aunque no careciera de ejecución, y en el que usted ha creído reconocer semejanza con algunos de los cuadros de la sacristía de la Merced. Si por este del nacimiento hemos de conjeturar la época en que existió el autor, debemos suponerlo contemporáneo de los Echaves y Juárez.43
Pues por lo que veo, hubo en México no corto número de pintores en el siglo XVII.