página 44

ginar que se puede hacer, ni aun pintado, un camino de fierro».⁵⁹ Sin embargo, en defensa de Escandón un criado exclama: «No es delirio, sino un pensamiento patriótico…». Es claro que toda la generación de Couto tenía pensamientos patrióticos; pero la de Escandón se manifestaba previendo y preparando el futuro; la de Couto y Pesado resguardando el pasado. Las dos igual de patrióticas y necesarias. A pesar de esto, la figura de tres catrines —en particular la inocencia de Couto— ha pesado en la imagen que se formó de ellos a futuro; quizá sin quererlo Payno fue injusto, pues, como hemos visto, el autor del Diálogo era más que un simple catrín, un exquisito conoscitore de arte o un ingenuo amante de la verdad; crear una galería y escribir un diálogo fue más que un entretenimiento de la clase alta.

Si el diálogo entre los tres personajes ocurrió en la realidad es algo que no sabemos con certeza, pero es evidente que Couto platicó sobre estos temas con Clavé y con Pesado pues en algunas ocasiones se habla de cosas que aluden explícitamente a pláticas anteriores.

En los borradores que se han encontrado de este Diálogo⁶⁰ se habla de visitas conjuntas a lugares donde había pinturas, y se destacan algunos comentarios, como cuando en una visita a la Catedral de México frente a la capilla de San Cosme, Couto exclamó que las obras ahí expuestas le «recordaban a Clavé las de Murillo», prueba de que existía una relación estrecha entre ellos y que sus pláticas fueron preparando el Diálogo.

El inicio anecdótico del Diálogo —cuando Couto en compañía de Pesado se encuentra con Clavé y éste le devuelve un borrador que contiene datos sobre la escuela mexicana (probablemente el titulado: «Breve reseña de la pintura mejicana en los siglos XVII-XVIII»)— pudiera ser algo tomado de la realidad, puesto que desde hacía mucho tiempo Couto recogía noticias de la escuela mexicana y las comentaba con sus amigos.

Es interesante el proceder de Couto que lo revela como un conoscitore muy moderno. Reúne primero datos de pintores; seguramente al recoger firmas creó un elenco de nombres al igual que de obras. Toma notas frente a la obra misma y compara. Haber creado la galería le da la posibilidad de efectuar con más precisión y comodidad esta comparación, aunque esto no lo limita en cuanto a la cantidad de obras comparadas ya que habla también de obras que aún permanecen en las iglesias. Hace visitas con sus amigos y comenta lo que va encontrando a su paso. Sus amigos no sólo son Clavé y Pesado pues también nombra los comentarios de Cavallari,