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reúne como ya hemos dicho, un galano acendramiento en el lenguaje. En él figuran disertando sobre los cuadros de la antigua escuela mexicana que se presentan a su vista, el autor, don Pelegrín Clavé y el poeta Pesado.

VII

No escasearon para nuestro don José Bernardo aquellos honores y distinciones a que son acreedores los varones verdaderamente doctos y esclarecidos. Su fama se dilató por toda la República y atravesó los mares, viniéndole de España el honrosísimo nombramiento de Académico de la Lengua en una época en que tan alto galardón se concedía a muy contadas personas, en razón de no existir todavía las estrechas e íntimas relaciones literarias que más tarde habían de establecerse entre las Repúblicas hispanoamericanas y la Madre Patria. A nuestra Sociedad de Geografía y Estadística ingresó el año de 1859 en calidad de socio honorario; y por último, fue Rector del ilustre y Nacional Colegio de Abogados, de 1860 en adelante.

Murió cristianamente el 11 de noviembre de 1862, rodeado de su esposa, que lo fue su sobrina doña María de la Piedad Couto