misioneros. El documento más antiguo que conozco en el particular es la carta del primer obispo de Tlaxcala, don fray , al papa Paulo II, que debió escribirse cuando más tarde en 1537. En ella habla de las escuelas que en los conventos se habían establecido para los indios y solían contener hasta trescientos, cuatrocientos y aun quinientos discípulos, según la holgura de cada población; y entre los ramos de enseñanza que menciona, cuenta expresamente la pintura y escultura.11 De aquellas escuelas, la más célebre fue la que puso en México fray en la capilla de San José, que él mismo edificó.
¿Se sabe dónde estuvo esa capilla?
Advierta usted que, aunque se le dio tal nombre, era un edificio vasto, sin puertas, de muchas naves, que luego se redujeron a cinco. Estaba en el convento de San Francisco, a la banda de oriente del atrio actual, hacia la parte que ocupa ahora la capilla de Servitas, antiguo sitio de la casa de recreo de , de que hablan los conquistadores.12 Fue en México la primera parroquia de españoles e indios; allí se les enseñaba la doctrina y se celebraba la misa; fue tambien el primer seminario y escuela de todo linaje de artes y oficios en Nueva España. El padre Gante, que la estableció y gobernó por largos años, puso allí en sendos departamentos talleres de sastres, zapateros, carpinteros y herreros.